Test de Turing: ¿Qué es?
El test de Turing nace, en 1950 despues de que Alan Turing se preguntó: ¿Pueden pensar las máquinas?
Esta es la pregunta que Turing se dedicó a resolver en “Computing Machinery and Intelligence”, que terminó originando el juego de la imitación.
Esta prueba busca determinar si un observador puede distinguir a una persona de una máquina.
En esta prueba la máquina gana si el observador se equivoca en el 30% de los casos.
Analizando la estructura del test, destaca su simplicidad al abordar áreas como razonamiento, lenguaje, conocimiento y memoria.
Alan Turing buscaba una visión integral de la inteligencia por lo que decidió utilizar máquinas, debido a que muchas veces resuelven tareas mejor que los humanos.
Sin embargo, esto no implica que una inteligencia artificial supere a una real.
Por ejemplo una calculadora puede resolver problemas que una persona no, pero no es más inteligente.
¿Logró una máquina vencer a Turing?
Sí, en 2013, un Chat Bot llamado Eugene Goostman superó la prueba de Turing, simulando ser un joven ucraniano de 13 años.
Este hecho lejos de ser histórico generó dudas sobre si las respuestas confusas y erráticas son señales de inteligencia o una preparación para preguntas con respuestas establecidas.
A continuación, un extracto de la conversación entre Scott, humano, y Eugene, computadora.
En este contexto, surgen dudas:
- ¿Quién asegura la imparcialidad del observador?
- ¿Se puede superar el test mediante engaño en lugar de imitación?
- ¿Es el test realmente una medida de inteligencia simulada?
Hoy, las máquinas reemplazan humanos en diversas tareas, especializándose y no abordando la inteligencia global.
Esto ha impulsado avances notables en áreas como reconocimiento de imágenes, traducción instantánea y software cognitivo.
Aunque el test de Turing ha sido crucial para impulsar el concepto de inteligencia, establecer una visión de futuro y definir una meta a superar, hoy los científicos se centran en retos específicos en lugar de superar el test.